sábado, 31 de julio de 2010

Desde mi ventana y XIV


Punto y final a mi estancia en Ponga. Hay que volver al trabajo, a lo cotidiano; del frescor de los valles verdes, al calor de Extremadura; mirad que 20º hace en mi ventana.
Lo he pasado estupendamente, he conocido personas de todo tipo, muy felices, felices y medio pensionistas; personas de edad avanzada y de cuerda memoria. Por estas tierras, muchos de los humanos son longevos y en buena forma. Ya se sabe el dicho: Quédate con el 20% de hambre y vivirás más años.
Agradecer a todos los paisanos ponguetas, que me echaron una mano, me contaron sus historias, me acompañaron en visitas a lugares apartados, a fiestas resucitadas, que me invitaron a sus casas, que me permitieron fotografiarles, trabajando, en sus cocinas, en sus talleres, en las huertas. Gracias a todos por su acogida. Y a mis dos caseras, Lucina Alonso de Cazo y Regina Muñiz en Beleño, siempre prestas y atentas. Gracias a todos.

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